El colesterol en sí no es una mala palabra. Es una sustancia cerosa natural que todos tenemos y necesitamos. Su cuerpo la produce —principalmente el hígado— y circula por la sangre. Existen varios tipos de colesterol que requieren consideración:
- LDL : este es el colesterol "malo". Forma depósitos de placa cerosa que engrosan las arterias y las hace menos flexibles. Entre los alimentos que tienden a aumentar el nivel de LDL se incluyen los cortes de carne grasos, los productos lácteos enteros, como la leche, la crema, el queso y el yogur, los alimentos procesados, la comida rápida y la mantequilla.
- HDL : este es el colesterol "bueno". Remueve el colesterol LDL de las arterias y protege contra infartos y accidentes cerebrovasculares. Los alimentos que contribuyen a la producción del colesterol bueno son, entre otros, el aceite de oliva, los cereales integrales, los frutos secos, los frijoles y las legumbres.
- Triglicéridos : es un tipo de grasa que almacena el exceso de energía de su dieta. Incide en el nivel del colesterol total y puede aumentar por obesidad, falta de actividad física, tabaquismo, consumo de alcohol y dietas ricas en carbohidratos.